Los tratamientos de ortodoncia se utilizan fundamentalmente para prevenir y corregir irregularidades en la mordida. Existen varias cuestiones que pueden contribuir a que ocurran esas irregularidades, incluidos factores genéticos, la pérdida temprana de dientes de leche (primarios) y hábitos orales dañinos (como la succión del pulgar y problemas de desarrollo).
Las irregularidades ortodóncicas pueden estar presentes al nacer o pueden surgir entre el primer y octavo año de vida. Las piezas dentales torcidas son un impedimento para la autoestima y dificultan el buen cuidado en el hogar, mientras que los dientes derechos ayudan a minimizar el riesgo de sufrir caries y enfermedades periodontales infantiles.
Durante las consultas odontológicas preventivas semestrales, el dentista pediátrico puede emplear muchas herramientas de diagnóstico para controlar irregularidades ortodóncicas y, si fuera necesario, implementar estrategias de intervención temprana. Los niños deben someterse a una evaluación inicial de ortodoncia antes de cumplir ocho años.
¿Cuál es la lógica de los tratamientos de ortodoncia tempranos?
Algunos niños presentan anticipadamente signos de irregularidades ortodóncicas menores. En esos casos, el dentista pediátrico podría optar por controlar cómo evoluciona la situación con el paso del tiempo, sin intervenir. Sin embargo, cuando los niños presentan irregularidades ortodóncicas graves, los tratamientos de ortodoncia tempranos pueden proporcionar muchos beneficios, entre los que se incluyen:
Mejor apariencia estética y confianza en uno mismo.
Mayor probabilidad de que la mandíbula crezca correctamente.
Mayor probabilidad de que las piezas dentales adultas tengan una alineación y espacios adecuados.
Menor riesgo de padecer bruxismo (rechinar los dientes).
Menor riesgo de padecer caries y enfermedades dentales durante la infancia.
Menor riesgo de que se produzcan piezas dentales adultas impactadas.
Menor riesgo de requerir tratamientos de ortodoncia prolongados en años posteriores.
Menor riesgo de padecer problemas del habla.
Menor riesgo de sufrir lesiones dentales, en las encías y en la mandíbula.
¿Cuándo puede comenzar a recibir tratamiento de ortodoncia temprana mi hijo?
Según los dentistas pediátricos, los tratamientos de ortodoncia se clasifican por etapas conforme a tres edades. Dichas etapas se describen de manera detallada a continuación.
Etapa 1: tratamiento temprano (2 a 6 años)
Los tratamientos de ortodoncia temprano apuntan a guiar y regular el ancho de ambos arcos dentales. El objetivo principal de los tratamientos tempranos es suministrar espacio suficiente para que las piezas dentales permanentes erupcionen correctamente. Entre los buenos candidatos a recibir tratamientos tempranos se incluyen: niños con dificultades para morder adecuadamente, niños que pierden sus dientes de leche de manera anticipada, niños a los que les hace ruido o rechina la mandíbula al moverla, niños con bruxismo y niños que respiran por la boca (en lugar de utilizar la nariz Y TAMBIÉN la boca).
Durante la fase de tratamiento temprano, el dentista pediátrico trabaja junto con los padres y los niños para eliminar hábitos que son perjudiciales desde el punto de vista de la ortodoncia, como el exceso en el uso del chupete y la succión del pulgar. El dentista también puede ofrecer varios aparatos dentales para ayudar a que la mandíbula crezca, cuidar el espacio para las piezas dentales adultas (conservadores de espacio) o evitar que los dientes “se desplacen” a lugares no deseados.
Etapa 2: dentición mixta (6 a 12 años)
Las metas de los tratamientos para dentición mixta incluyen realinear mandíbulas desviadas, empezar a corregir mordidas cruzadas y dar comienzo al proceso de enderezar con delicadeza las piezas dentales permanentes mal alineadas. La dentición mixta señala un período de crecimiento en el cual los tejidos blandos y óseos son sumamente maleables. Por lo tanto, en cierta forma marca una época ideal para empezar a corregir maloclusiones graves.
Una vez más, el dentista puede ofrecer al niño un aparato dental. Algunos aparatos (como los de ortodoncia) son fijos y otros son removibles. Independientemente del aparato, el niño aun podrá hablar, comer y masticar con normalidad. Sin embargo, los niños a los que se les coloquen aparatos dentales fijos deben tener más cuidado al limpiar toda la región bucal diariamente y así reducir el riesgo de que se produzcan manchas, caries y daños estéticos posteriores.
Etapa 3: dentición en la adolescencia (13 o más años)
La dentición en la adolescencia es lo primero en que piensan la mayoría de los padres cuando se habla de un tratamiento de ortodoncia. Algunos de los objetivos principales de los tratamientos para la dentición en la adolescencia incluyen enderezar las piezas dentales permanentes y mejorar la apariencia estética de la sonrisa.
Durante ese período, es muy común que el dentista ofrezca “aparatos de ortodoncia” fijos o removibles para enderezar gradualmente las piezas dentales. Una vez finalizado el tratamiento de ortodoncia, puede ser necesario que el adolescente use un retenedor para evitar que los dientes regresen a su alineación originaria.
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