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Las radiografías digitales son la tecnología más reciente que se utiliza para tomar radiografías de la boca.  Esta tecnología utiliza un sensor electrónico (en lugar de una película para rayos X) que captura y almacena la imagen digital en una computadora.  Dicha imagen puede verse y ampliarse de manera instantánea, lo que ayuda al odontólogo y al higienista dental a detectar problemas más fácilmente.  Las radiografías digitales reducen entre un 80 % y un 90 % el uso de radiación, comparado con la exposición de las radiografías tradicionales de la boca, que ya es baja de por sí.

Las radiografías de la boca son herramientas fundamentales para el diagnóstico y la prevención, que proporcionan información valiosa que no puede observarse durante un examen odontológico normal.   Los odontólogos y los higienistas dentales utilizan esta información para detectar anomalías odontológicas ocultas en forma segura y precisa y para realizar un plan de tratamiento exacto.  Sin radiografías, las áreas problemáticas podrían pasar desapercibidas.

Las radiografías de la boca pueden revelar:

  • Abscesos o quistes
  • Pérdidas óseas
  • Tumores cancerígenos y no cancerígenos
  • Caries en medio de las piezas dentales
  • Anomalías de desarrollo
  • Posicionamientos deficientes de las piezas dentales y las raíces
  • Problemas dentro de una pieza dental o debajo de la línea de las encías

Detectar problemas odontológicos y ofrecer un tratamiento para resolverlos en un estadio temprano puede permitirle hacerle ahorrar tiempo y dinero, evitar molestias innecesarias y conservar sus dientes.

¿Son seguras las radiografías de la boca?

Todos estamos expuestos a la radiación natural que existe en el medioambiente.  Las radiografías digitales producen un nivel de radiación significativamente menor que las radiografías tradicionales de la boca.  Las radiografías digitales no solo son mejores para la salud y la seguridad del paciente, sino que también se las puede tomar con mayor comodidad y rapidez, reduciendo el tiempo que debe permanecer en el consultorio dental.  Además, como la imagen digital se captura en forma electrónica, no hace falta revelar las radiografías, lo que elimina el desechado de sustancias químicas y desperdicios perjudiciales para el medioambiente.

Pese a que las radiografías digitales producen un bajo nivel de radiación y están consideradas como muy seguras, los dentistas deben tomar precauciones para restringir la exposición del paciente a la radiación. Entre esas precauciones se incluyen tomar únicamente las radiografías que sean necesarias y utilizar delantales de plomo para proteger el cuerpo.
 
¿Con cuánta frecuencia se deben tomar las radiografías de la boca?

La necesidad de tomar radiografías de la boca depende de la situación dental de cada paciente.  El dentista recomendará que se tomen las radiografías necesarias después de revisar la historia médica, realizarle un examen dental, comprobar si hay signos y síntomas, la edad del paciente y su nivel de riesgo a padecer enfermedades.

En el caso de pacientes nuevos, se recomienda realizar una serie completa de radiografías de toda la boca.  Por lo general, las series completas son válidas durante tres a cinco años.  Las radiografías de aleta de mordida o bite-wings (radiografías de los dientes superiores e inferiores unidos durante la mordida) se toman en consultas odontológicas de control y se recomienda repetirlas una o dos veces al año para detectar si existen problemas odontológicos.


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