El abrumador miedo a las consultas dentales puede ser una causa frecuente de ansiedad. Muchas personas visualizan a un hombre con torno en mano y una bata blanca esperando para provocar dolor y extraer dientes. Sin embargo, la realidad es muy diferente. La comodidad, relajación y felicidad del paciente están arraigadas en el centro de cualquier consultorio de prestigio. El personal del consultorio hará todo lo posible por disminuir la ansiedad, disipar los miedos y brindar tratamientos rápidos e indoloros.
Los recientes avances tecnológicos han logrado que, en muchos casos, los dentistas puedan reemplazar los ruidosos tornos con indoloros rayos láser. También existe una amplia variedad de anestésicos seguros para eliminar el dolor y disminuir la ansiedad durante las consultas de rutina.
Este es un listado de algunos de los miedos dentales más frecuentes:
miedo a sentir vergüenza por el estado de los dientes;
miedo a tener arcadas;
miedo a las inyecciones;
miedo a perder el control;
miedo a que la anestesia con novocaína no surta efecto;
miedo al dolor;
miedo al dentista como persona;
miedo al dispositivo manual (o el torno).
¿Cómo puede superarse la ansiedad dental?
La ansiedad y el miedo dental pueden ser completamente abrumadores. Se calcula que 35 millones de personas no consultan al dentista debido a un miedo excesivo. Realizarse controles y limpiezas dentales periódicas es de suma importancia. Realizarse controles periódicos de rutina es la forma más sencilla de mantener una excelente higiene oral y disminuir la necesidad de realizarse tratamientos más complejos.
Estos son algunos consejos para disminuir el miedo y la ansiedad dental:
Hable con el dentista: el dentista no es vidente. Si bien puede ser difícil hablar acerca de miedos irracionales con un extraño, el odontólogo puede tomar precauciones adicionales durante las consultas si le comunica sus miedos y ansiedades.
Lleve un reproductor de música portátil: la música actúa como relajante y ahoga los ruidos que producen temor. Escuchar música tranquila durante la consulta lo ayudará a disminuir la ansiedad.
Acuerde una señal: muchas personas tienen miedo de que el dentista no sepa que están sintiendo mucho dolor durante la consulta y continúen con el procedimiento de todas maneras. La mejor forma de solucionar este problema es acordar una señal con la mano para indicarle al dentista que debe detenerse. Ambas partes pueden comprender fácilmente señales tales como levantar la mano o dar un golpecito en la silla.
Aplíquese un spray en la garganta: los spray para la garganta (por ejemplo, el spray Vicks® Chloraseptic®) pueden controlar el reflejo de arcadas. Dos o tres aplicaciones por lo general controlarán el reflejo durante aproximadamente una hora.
Lleve un espejo: no poder ver lo que sucede puede aumentar la ansiedad y dejar volar la imaginación. Observar el procedimiento puede ayudarlo a mantenerse realista.
Sedación: si no hay otra forma de enfrentar sus miedos, la sedación constituye una excelente opción para muchas personas. Existen distintos tipos de sedación, pero la premisa general detrás de ellos es la misma: el paciente recupera el conocimiento después de finalizado el tratamiento.
Conozca las alternativas: los avances en la tecnología implican que la microcirugía dental ahora es una opción. Pueden emplearse láseres para preparar los dientes para los empastes, blanquear los dientes y eliminar manchas. Analice todas las opciones con el dentista y decida cuál es la más eficaz y cuál genera menos ansiedad.
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